lunes, 18 de noviembre de 2019

Lamento de Viuda y las puertas de la iglesia de Son del Pi

Del acero valyrio a las herrerías de los Pirineos

Nos cuenta la historia que desde tiempos inmemoriales la Casa Stark tuvo un gran espadón forjado con acero valyrio: Hielo, era su hombre. Los tiempos y las circunstancias fueron cambiando, y con ello Hielo fue de nuevo fundido bajo las diestras manos de Tobho Mott, quien además empleo numerosos hechizos en el forjado con su acero de dos nuevas espadas de menor tamaño. De la fundición de Hielo surgieron Guardajuramentos y Lamento de Viuda.

Las dos idénticas, gemelas, las dos con grabados helicoidales en su hoja en color rojo y negro, con una funda en la que se emplearon materiales como madera de cerezo, cuero, oro y rubíes. Haciendo que su presencia nunca pasara desapercibida, indistintamente de quien fuera su portador.

En el caso particular de Lamento de Viuda, se encontraba en poder de Lord Tywin Lannister, quien se la entregó a su nieto, rey Joffrey I, como regalo de bodas.

Tras la batalla de los Lannister contra Altojardín, Lamento de Viuda vuele a parecer, va al cinto del vencedor, Jaime Lannister. Olenna recibe de él la confirmación que la derrota de sus tropas, con lo cual ella sabe que su tiempo ha terminado, pero le queda la duda de como decidirá Jaime Lanister matarla, haciendo mención expresa a la espada y al rey Joffrey. Éste le ofrece un bebedizo en una copa de vino, y le confirma que el fin será rápido e indoloro, tras lo cual ella le revela un turbio y doloroso secreto…

Forjando entre maldiciones, junto a cada martillazo en el yunque, veían salir al mismísimo diablo

Es obvio que los párrafos anteriores corresponden a Juego de Tronos, entonces ¿por qué están aquí?

Es cierto que Juego de Tronos y El Códice Negro son muy diferentes, pero en ambos hay espadas, espadas ilustres, aunque en las de El Códice no se emplea acero varylio, sino hierro de las minas del Pirineo, forjado en las fraguas de Berga, Baga, Urgel, Besalú, etc, por rudos herreros que no lanzaban hechizos sino maldiciones junto a cada martillazo en el yunque, y veían salir al mismísimo diablo en las chispas y esquirlas que el hierro incandescente soltaba entre ambas herramientas en su dura transformación en acero.

Ah, ¿por qué “y las puertas de la iglesia de Son del Pi”? Tal vez allí… Wifredo tendrá que hacer frente a las tropas de su primo Guillermo de Besalú, a las de obispo de Urgel y algunos otros nobles más, antes de poder llegar a esas puertas.

Es decir, que si te ha gustado Juego de Tronos, que ya ha terminado, por el momento, te podría resultar interesante El Códice Negro, pues seguro te gustará… historia, aventura, acción, intriga, suspense... en los Pirineos.


sábado, 2 de noviembre de 2019

2019 Noviembre | Blade Runner

De los trovadores del Pirineo a las lágrimas de los replicantes en el undécimo mes

La acción de la película Balde Runner, del director Ridley Scott, trascurre durante noviembre de 2019. En esa época, por entonces futura, habría coches voladores, replicantes, viajes estelares y un largo de etcétera de futuribles que como podemos comprobar hoy, no sean han hecho realidad, e incluso están muy lejos de que se puedan llegar a ver.

Aunque eso, esa falta de “precisión” en el futuro de 2019, no le quita un ápice de interés a la historia que se cuenta en Blade Runner. Cada día que se vuelve a ver continua estando tan “fresca”, tan expectante, sigue atrayendo como en el mismo día de su estreno, o tal vez más, ya que cuando se presentó al mundo era una expectativa y ahora es un mito cinematográfico.

En el caso de El Códice Negro, y dejando al margen las comparaciones que están a años luz, más allá de Orión; la historia que se presenta en él también transcurre en noviembre, aunque con una diferencia nueve cientos ochenta y cuatro años, Wilfredo andaba por el mundo en 1035. Estando ahí una de las diferencias con Blade Runner, que es posible coger cualquier libro de historia que trate ese periodo histórico y geográfico en la Península, y buena parte de los hechos que envuelven la narración se pueden encontrar en ellos.

Así que, si puedes prescindir de los rayos C, de la bioingenieria que fabrica replicantes, de la Puerta de Tannhäuser… pero ansias la aventura, la intriga, el misterio, la historia, entonces El Códice Negro es una buena elección, para degustar mientras pasan de las calendas de noviembre…

Ah, y en cuanto a la música, pues ahí ya puedes poner la que más te guste, Vangelis, o cualquier otra con la que te sientas bien para leer.