sábado, 18 de febrero de 2012

Las fronteras del condado de Berga en el año 1035

El año 1035 fue muy importante y simbólico para el condado de Berga, bajo el gobierno de Wifredo II, consiguió tener Marca propia, frontera directa con los territorios musulmanes del Sur, con la taifa de Saraqusta. Un gran honor para cualquier territorio cristiano de la época, estar en primera línea.

Además Berga lindaba con otros condados, al Oeste con Urgel, siendo bastante deficientes de las comunicaciones entre ambos, dada la época y la orografía, el conde-obispo Armengol II falleció, en el año 1035, cuando participaba en las obras de construcción de un puente para salvar el paso de un rio entre ambos territorios. Circunstancia que en El Códice Negro aprovecha Wifredo por la, supuesta, menor experiencia militar del sucesor de aquel.

Al Este con Besalú, esta frontera y las ambiciones de regidor, Guillermo, son uno de los ejes argumentales básicos de la trama de esta historia, dados los deseos unificados del sobrino de Wifredo, tras la partición de Cerdaña en dos condados independientes aunque no totalmente desligados, Besalú y Berga. También al Este limitaba con Vallespir, comarca cuyos nobles no recibían el nombre de ésta, sino de su plaza fuerte, Castellnou, que era la que de forma efectiva daba nombre al vizcondado, del que en aquel tiempo era titular Guillermo, conde de Besalú, conde de Ripoll, vizconde de Castellnou y señor de la Fenolleda.

Al Norte con el Reino de los Francos, en aquellos tiempos ya con la Dinastía de los Capeto al frente, aunque con un poder monárquico prácticamente irrisorio, pues con la desaparición de la Dinastía Carolingia, a la muerte de Ludovico Pío, el territorio se había fragmentado en varias regiones con casi innumerables señores feudales, que hacían al Reino de los Francos ingobernable por un solo hombre. El Reino de Borgoña al Este, los Feudos Ingleses al Oeste, y el centro la Francia occidentalis, dominios estrictos del rey según el Tratado de Verdún del 843, reducida a una estrecha franja en el centro entre todos los demás territorios, y una diversidad de territorios en mayor o menor medida leales al poder real, según el vaivén de sus intereses. Todos ellos a su vez aparecían salpicados de condados y ducados, como los de Normandía, Bretaña, Troyes, Aujon, Flandes…

Siguiendo en la vertiente norte del condado, también estaba la frontera con los condados de Conflent y el Roussillon. El primero, uno de los territorios iniciales de la Marca Hispánica, desde tiempo muy temprano estuvo vinculado, cuando no unido, a la casa de Cerdaña hasta su desaparición en el siglo XII cuando paso a ser propiedad de los condes de Barcelona y estos lo integraron en el condado del Rosellón. Para los descendientes de Oliba Cabreta siempre fue uno de sus territorios predilectos, ya se encontrara bajo el dominio de Berga o de Besalú. En el caso de los personajes históricos de El Códice Negro, Wifredo fundó en esta comarca el monasterio de San Martín de Canigó.

En cuanto al siguiente, la tercera y última frontera norteña de Berga, el Roussillon, Rosselló o Rosellón, según el nombre se le dé en francés, catalán, o castellano, el único territorio costero de los "fundacionales" de la Marca, tiempo más tarde, con Jaime I en el trono de la Corona de Aragón, formó parte, junto con Baleares, del Reino de Mallorca.



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