En El Códice Negro no hay dragones pero sí una ambientación medieval con caballeros y castillos; también hay parientes que se llevan a matar y fronteras que defender de los señores vecinos; aparecen juglares que cuentan historias legendarias de lejanos lugares; estarás entre las sabanas de nobles damas, que en sus lechos conspiraciones traman con varones que no son con quienes contrajeron esponsales…
Se cuenta el caer de imperios y el nacer de reinos; verás a obispos comandar ejércitos; observaras batallas de las que ni el aguzado ingenio militar sería capaz de augurar su final; entraras en suntuosos palacios y también compartirás las chozas más humildes; enfrentados por la fe, cristianos y sarracenos, los acontecimientos serán llevados por una leyenda pagana…
El Códice Negro trata de recrear su contexto histórico lo más fielmente posible, y en consecuencia te dará a conocer las costumbres de la época, el dinero, las comidas, los mercaderes, las armas, la religión, las ropas… y todo ello en un entorno reconocible, pues si te acercas la zona la que se desarrolla podrás ver los escenarios naturales e históricos reales en los que transcurre la acción.
Aunque El Códice Negro a diferencia de Juego de Tronos, solo es uno, no es una saga, no hay segundas partes, la historia comienza y termina en un único volumen, sin posibilidad de continuidad.
Tras lo expuesto, como dice el titulo de este artículo, si has leído Juego de Tronos es muy posible que te guste El Códice Negro, así que no lo dejes pasar y comienza esta nueva lectura. Ah, y si aún no has leído el de George R. R. Martin entonces tienes dos pendientes, el de Tyrion Lannister lo pues comprar, por ejemplo, en La Casa del Libro.
Y por último, como ni soy afiliado de La Casa del Libro, ni tampoco tengo autorización expresa de la editorial ni el autor para poner esta reseña, antes de sablearme con requerimientos y demandas varias, tan solo un correo electrónico basta para que la borre del blog de El Códice Negro.
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