Mostrando entradas con la etiqueta loarre. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta loarre. Mostrar todas las entradas

lunes, 22 de abril de 2013

Jacetania: El Germen del Reino de Aragón

La Jacetania es una comarca de Huesa, y minoritariamente también de Zaragoza, enclavada en los Pirineos, limítrofe con Navarra, articulada por el río Aragón, del que tomó su nombre el reino, y compuesta por 20 municipios, entre ellos Jaca, de la que toma el nombre, y otros como Santa Cruz de Serós, Puente la Reina, Hecho o el ferroviario Canfranc. Además, cuenta con lengua propia, el aragonés.

En 1035 Jacetania como tal no existe, en su territorio está localizado el Condado de Aragón que rige Ramiro, hijo de Sancho III “El Mayor”, rey de Navarra, pero a la muerte de este último, con la coronación de su hijo, pasa a ser reino, el Reino de Aragón.

En El Códice Negro Jacetania aparece a lo largo de diversos pasajes, pues entre sus páginas se hace mención a lugares emblemáticos como el Castillo de Loarre y también al Monasterio de San Juan de la Peña, y por supuesto a la propia Jaca, donde es coronado Ramiro I.


Información de la imagen:
Estampa de un “rincón” de Ziresa (en castellano Siresa) en el Valle de Hecho
Cámara Canon EOS 28mm 1/100s f5.6 0.00 ev ISO 100
Procesado digital con Corel PaintShop Pro X4




martes, 28 de febrero de 2012

La Boca del Mundo. El panteón donde reposan los reyes de Aragón

El monasterio de San Juan de la Peña situado en Santa Cruz de la Serós, en la provincia de Huesca y próximo Jaca, fue durante cinco siglos el lugar de enterramiento de los reyes de Aragón, desde que Sancho Ramírez lo eligió como lugar para su eterno descanso, en el siglo XI.

La denominación del Boca del Mundo la recibe en un pasaje de Miguel de Unamuno, en referencia a la hendidura en la roca en la que se encuentra incrustado del cenobio primitivo. Un corte cuasi descomunal en una montaña de roca pelada, que parece estar aguantado para evitar su derrumbe por los muros traseros frente a los que está el claustro, avanzando en lo alto el peñasco sobre los techos de la construcción. Tanto es así, este estar metido en la roca, que parte de sus estancias son curva excavada en ella, y otra parte está en riesgo permanente de desprendimiento, como es la zona de patio donde se encuentran, a modo de nichos, las lapidas con las inscripciones de los monarcas que allí reposan.

El monasterio de San Juan de la Peña, inicialmente ermita de San Juan Bautista, y regentado por monjes benedictinos, aparece en El Códice de Negro por ser el lugar donde se custodiaba el Cáliz de la Última Cena, el Santo Grial, que, conforme avanzaba la reconquista, pasó a Zaragoza y finalmente hasta donde hoy se dice conservado, la catedral de Valencia.

Wifredo tiene conocimiento de su existencia cuando un sarraceno, temeroso de perder la vida a manos de aquel tras una batalla, decide revelarle el secreto. El conde de Berga, que era sabedor del valor de la reliquia, desconocía la ubicación de La Boca del Mundo, lugar indicado por el infiel.

De vuelta al castillo, el conde se reúne con Leodovico y le comenta la existencia del Grial en un lugar con esa denominación tan curiosa, para ver si el juglar, que es hombre de mundo, supiera donde se encuentra. Éste lo sabe y se lo dice, pero la advierte que debe olvidar esa empresa, pues San Juan de la Peña y su reliquia se encuentran protegidos por los piadosos y al tiempo temidos Caballeros de Loarre. Famosos por no hacer prisioneros entre quienes se acercan a San Juan con otras intenciones que no sean las de un peregrino.

Tras la explicación de Leodovico sobre los métodos de batalla de los de Loarre, y dejarle de bien de manifiesto que nunca han perdido combate alguno, Wilfredo desiste de la idea de hacerse con el Cáliz.

Información de la imagen:
Tomada en San Juan de la Peña el 19 de agosto de 2007, desde la capilla principal del monasterio, hacia el patio de su característico y conocido claustro, que puede apreciarse al fondo de la imagen, a través de la puerta.
Cámara Canon EOS a 28mm – 1/30seg – f 3.5 – ISO 200 – 0.0ev
Procesada con PaintShop Pro X4 (14)



lunes, 16 de enero de 2012

Los Caballeros de Loarre

Los Caballeros de Loarre son una orden militar consagrada a la protección y defensa del Santo Cáliz de la Última Cena de Cristo, el Santo Grial, conservado en San Juan de la Peña, la Boca del Mundo.

Su única sede se encuentra en el Castillo de Loarre, próximo al monasterio donde se guarda la reliquia. Son famosos y temidos por su bravura y coraje, y se les supone invencibles, ya que no hay noticia de que nadie haya conseguido ganarles batalla alguna. Con lo que también se desconoce su número exacto, pues tienen por norma no hacer prisioneros y dar caza a quienes se baten en retirada.

No son una orden religiosa, sino más bien una congregación de ascetas y nobles que han decidido retirarse de la vida pública y dedicarse a la proteger el Grial. Con lo que carecen de propiedades y rentas más allá de las que aporte cada miembro al ingresar, y de las que por caridad cristiana, algunos peregrinos al Santo Lugar les entrega.

Tan solo permiten que a San Juan de Peña lleguen aquellos peregrinos que de buena fe se dirigían a admirar y adorar el Santo Grial, desarmados y en actitud penitente y humilde, sin importar su condición, ya se trate de noble, clérigo o simple siervo.


Nota. Incluir en este relato del Castillo de Loarre, es una licencia del autor, ya que en el año 1035, aún faltaban algunas décadas para que comenzara su construcción.